lunes, 7 de noviembre de 2011

De una grabado a una pintura (I)

La cantidad de pinturas y de grabados existentes de Nuestra Patrona y la calidad de los mismos son una prueba patente de la devoción adquirida a lo largo de los siglos. Teniendo en cuenta el número y la factura de los mismos, podemos decir que es la Imagen Sagrada de nuestra ciudad que más y mejor ha sido retratada. Ya no solo artistas locales sino grandes pintores de la floreciente Nueva España dejaban para la posteridad sus obras dedicadas a la Santísima Virgen con el sello del arte colonial que tanta valía adquirió en el Imperio. De un grabado de 1749 y de una pintura posterior basada en el mismo grabado hablaremos en este artículo.


El grabado en cuestión fue posiblemente encargado por el obispo de Cádiz, Tomas del Valle para publicar unas indulgencias concedidas a quienes le rezaran a la Santísima Virgen. El dominico Fray Tomas del Valle fue uno de los grandes obispos que han quedado marcados en la historia de Nuestra Patrona y del convento gaditano con letras de oro. Este madrileño, hijo del convento de Málaga, llego a Cádiz como regente de estudios y fue elegido prior del convento desde 1725 a 1727, año en el que se vio obligado a dejar el cargo al ser nombrado Obispo de Ceuta. En 1731 es trasladado a la Diócesis de Cádiz, la cual regenta hasta su fallecimiento en 1776. En el grabado se puede leer la siguiente inscripción en la parte inferior: “Regina Sacratissimi Rosarii; Verdadero retrato de Maria SSma del Rosario, Patrona de esta Ciudad de Cádiz, venerada en la Iglesia del Convento del Sagrado Orden de Predicadores de esta dha Ciudad. El Illmo S D. Fr. Thomas del Valle, Opo de dha. Ciudad, concede 40 días de Indulgencias a todas las personas que rezaren un Ave Maria a esta Sra y otros 40 a los truxieren su Estampa.; El Illmo. S D. Fr. Manuel Tercero, Opo de Ycassio, concede los dhas Indulgencias en la misma conformidad.” El mismo esta firmado por el calcógrafo Delgado en el año 1749 como indicamos anteriormente. En el, aparece la Patrona bajo templete procesional adornado con jarras y candelabros sostenidos por ángeles. La virgen del Rosario, vestida como era costumbre en la época, con manto y saya bordada y carente de corona, posiblemente a criterio del autor. Como curiosidad vemos en los bordes del manto flores, al igual que aparecen en otros grabados y pinturas que también veremos de la Santísima Virgen en esta página. Esta costumbre perdida en la vestimenta de Nuestra Patrona se sigue utilizando en la imagen de la Virgen del Rocío de Almonte quien tiene una iconografía muy similar a la de la Patrona. Completan el grabado dos Ángeles que desde nubes portan pergaminos con las letanías de la Virgen y querubines en la parte superior del mismo. Como dato histórico, vemos que la iglesia y el pueblo de Cádiz ya reconocía el patronazgo de la Virgen del Rosario en el año 1749 como se ve en la inscripción inferior, aunque no fuera hasta 1755 cuando el ayuntamiento lo declara oficial tras el maremoto de Lisboa. Un ejemplar de este grabado se conserva hoy en día en el Convento de Santo Tomas de Aquino, situado en la sevillana calle de San Vicente.

La prosperidad llega a la ciudad con el comercio con las Indias, y esto trae consigo un gran enriquecimiento cultural, no solo con genoveses, sino también con los grandes artistas de las Américas. No se sabe si el mismo Fray Tomas del Valle o uno de los comerciantes que viajaban con frecuencia al nuevo mundo encarga al importante pintor Miguel Cabrera en el año 1765 una reproducción del mismo grabado pintada al óleo sobre lienzo. Miguel Cabrera (1695-1768) fue un pintor novohispano, uno de los artistas más prolíficos del arte virreinal del siglo XVIII. Nació en Antequera (hoy Oaxaca) y en 1719 se trasladó a la Ciudad de México donde fue pintor de cámara del arzobispo José Manuel Rubio y Salinas, y fundador en 1753 de la primera academia de pintura de México. En su obra destaca las pinturas de temas marianos, en especial de la Virgen de Guadalupe. En la catedral además del cuadro de la Virgen del Rosario hay otro de este autor con el nombre de “Inmaculada Concepción Apocalíptica”.


El cuadro de la Virgen del Rosario tiene unas dimensiones de 125x94 cm. y está montado en una media caña sencilla de madera dorada. Comparando el grabado y la pintura descubrimos algunas diferencias y añadidos. Cabrera consigue centrar mas la atención en la Virgen dándole más profundidad al cuadro. La Patrona apenas tiene variantes con el grabado, aunque desaparece el cetro y algunos bordados del terno. En la parte superior del templete añade dos ángeles portando una corona y en la “mesa” del paso añade un pequeño mantel bordado en sedas y oro con una puntilla dorada al borde. Así mismo añade las caídas que no aparecen en el grabado, siendo estas bordadas también en oro y sedas. En estos detalles podemos ver la creatividad del autor y el buen gusto del mismo. Por último y como nota más destacada añade la figura de cuatro santos de rodillas. Estos son: San Rafael Arcángel, el Patriarca San José, San Antonio de Padua y San Diego de Alcalá. El primero y el último contemplan a la Virgen, mientras que los dos centrales miran a Jesús, que lo sostienen en sus brazos. La obra fue restaurada a principios de los 90 por Diego de la Rosa Ortiz y la profesora María Pemán Medina quienes llevaron a cabo una labor conjunta de consolidación y reintegración. Hasta hace pocos años el cuadro estaba situado en el arco central del trascoro de la Catedral, justo en frente de la puerta principal del primer templo gaditano, hasta que fue retirado por motivos de seguridad al efectuarse en la Catedral unos supuestos robos de otras obras de arte que meses mas tarde aparecieron en la sede del Obispado de Cádiz. Ya la catedral cuenta con dispositivo de seguridad con cámaras de vigilancia, pero la obra no ha sido colocada en su sitio, siendo esta sustituida por una replica de la Cruz de Juan Pablo II. Desde aquí instamos al Cabildo Catedralicio de Cádiz a que vuelva a colocar en su ubicación tan importante obra de arte, no solo ya por su valía histórica y artística, sino por su gran contenido sentimental para el pueblo de Cádiz. Seguro que el Cabildo Catedral encuentra una mejor ubicación para el replica de la Cruz del Beato Juan Pablo II dentro de las amplias naves del templo catedralicio.

La fotografía del cuadro “Virgen del Rosario” pertenece a José María Collantes, autor del blog “Arte en Cádiz” a quien agradezco su gentileza.

1 comentario:

  1. Me ha gustado este artículo que nos aclara los orígenes de ambas obras, tan relacionadas entre sí pero cada una con sus peculiaridades técnicas e iconográficas.
    Me parece estupendo que, además de tratar el tema desde el punto de vista histórico y artístico, manifiestes tu opinión personal -que suscribo- de que el cuadro pueda volver a ser contemplado por todos los que visiten la Catedral.
    Te felicito por la creación de este blog, por su temática y por su calidad.

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