lunes, 6 de noviembre de 2017

La Galeona en Motril en 1961



La Galeona es portada por los concejales de Motril
Conocida es la visita de la Galeona a Granada con motivo de la Coronación Canónica de la Virgen del Rosario de la ciudad nazarí en mayo de 1961 (Ver articulo), pero de su estancia en Motril antes de asistir al magno acontecimiento poco se ha escrito, y aunque muy breve en el tiempo, no por ello fue menos intensa esta extraordinaria visita a este pueblo granadino.

El Cañonero "Martín Alonso Pinzón"
Motril amanecía el 14 de mayo de 1961 profusamente adornado. A las ocho de la mañana atracaría en el puerto la Virgen del Rosario Galeona que había embarcado la tarde antes en el cañonero “Martín Alonso Pinzón” en el puerto de Cádiz. Desde las seis de mañana el puerto motrileño presentaba una enorme asistencia de personas que con fervor esperaban la llegada de la Virgen, y que habían llegado desde las primeras horas de la madrugada trasladándose al puerto a pie, en coches, camiones, autocares o bicicletas, uniéndose en la carretera de Málaga los peregrinos que llegaban de Almuñecar, Salobreña, Torrenueva, Carchuna, Calahonda o Vélez de Benaudalla. A las siete y media de la mañana aparecía por la dársena del puerto el Pinzón al mando del capitán de navío José María Navia Osorio. Un puerto que se encontraba lleno de barcos fondeados, todos empavesados para la ocasión, incluso los buques franceses de guerra “Argens” y “Almiral Mouchez” se unieron al fervor del pueblo motrileño que por millares se concentraban en el puerto. Como estaba previsto, a las ocho en punto atracaba el cañonero Pinzón en el muelle de Levante el cual había preparado con antelación el personal de Obras del Puerto, presentando un aspecto impresionante, quedando solo libre el espacio reservado para las autoridades civiles y militares. En eso momento los presente irrumpían en aplausos y vítores a la Virgen del Rosario, mientras que los buques de guerra español y franceses intercambiaban saludos de rigor. 

La carroza llega al Cerro de la Virgen
Una vez que fue tendida la plancha, pasaron a bordo del buque el alcalde de Motril y jefe del Movimiento, don Juan Antonio Escribano Castilla; el primer teniente de alcalde, don Gerardo Esteva García de Viedma; comandante de Marina, don José Montero Molina; juez municipal, don Carlos Arenas Nieto; capitán de la Guardia Civil, señor Monje Serrano; teniente, señor López Violeta; ingeniero-director del Puerto, don José Antonio Español Caparros; inspector de Policía, don Miguel Cañadas; interventor municipal, señor Sánchez López; el arcipreste de Motril, reverendo Salvador Huertas Baena; párroco del Varadero, reverendo José Luis Girela Ruazzo; párroco de Torrenueva y delegado del Apostolado del Mar, reverendo Miguel Rodríguez Ruiz; el superior de los dominicos en Granada, fray Julián Fernández; de la residencia de los Agustinos Recoletos en Motril, fray Alfonso Fernández; párroco de la Divina Pastora, reverendo Romero Arias; los concejales, señores Feixas Cañas, Molina Gómez, Enríquez Martín y Viñas Vinuesa; jefe de la agencia local del I.N.P., señor Mendoza Paniza; el padre dominico, fray Desiderio Díaz; el presidente de la Cámara de Comercio, señor Baena Rambla; secretario del ayuntamiento, señor Martín Mata; así como otras representaciones oficiales. Las autoridades saludaron a los mandos y oficiales del buque así como al Prior de los dominicos de Cádiz, fray Pablo del Olmo y al hermano fray Manuel Muñoz quienes habían viajado para el cuidado de la Virgen, la cual se encontraba en un camarote que había sido habilitado como capilla.

El alcalde de Motril y el Almirante Cervera ante el altar
Estando la compañía de Infantería de Marina formada en tierra, se procedería al desembarco de la Virgen que hacía aparición en la cubierta del buque portada por cuatro marineros en un pequeño trono. Las fuerzas armadas rinden honores cuando a las ocho y media de la mañana, la venerada imagen desciende hasta tierra a los sones del Himno Nacional mientras estallan multitud de cohetes junto con el ruido de los vítores y aplausos de los presentes. Mientras la Virgen es colocada en la carroza motorizada que la esperaba, hace su entrada en el puerto el vicealmirante D. Pascual Cervera y Cervera, a quien se le rinden los honores correspondiente, y se situaba en el cortejo después de saludar a las autoridades allí presentes. La procesión ponía rumbo poco después hacia Motril, y lo hacia rodeada de miles de personas y tras la carroza de la Virgen, una gran caravana de coches, camiones, motos y bicicletas que cubrían los dos kilómetros de la carretera del puerto. Mientras la Galeona comenzaba su discurrir, los marinos de los buques franceses formaban vistosamente en la cubierta de uno de ellos. A las nueve y media de la mañana hacia entrada la Galeona en Motril y aun quedaban personas que no habían logrado abandonar el puerto. 

A la vuelta al Puerto de Motril
La procesión llegaba al Cerro de la Virgen de la Cabeza, donde se celebraría una misa en un altar situado ante la Cruz de los Caídos, exornado con redes, remos y otros atributos marineros. La imagen de la Galeona fue trasladada hasta el altar a hombros de religiosos agustinos y párrocos de Motril, hasta situarse delante de la Cruz dando inicio la celebración religiosa presidida por el Prior del convento gaditano, fray Pablo del Olmo O.P., y a la que acudieron todas las autoridades citadas anteriormente, así como una representación de los buques franceses, compuesta por el comandante y dos oficiales. Se calcula que a la celebración religiosa acudieron 15.000 personas.

La Galeona pone rumbo a Granada
Una vez concluida la misa, la Galeona fue subida al Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, Patrona de Motril, a hombros de los miembros de la corporación municipal, donde se cantó una salve. Del Santuario de la Cabeza fue trasladada al colegio del Santo Rosario, de las Madres Dominicas, donde quedó la Virgen expuesta a la veneración durante unas horas, siendo incesante el trasiego de personas hasta la hora estipulada del traslado de nuevo al puerto de Motril. A las dos de la tarde era de nuevo entronizada la Virgen en la carroza y comenzaba el traslado de regreso. Eran cerca de las tres de la tarde cuando fue introducida la imagen de la Galeona en el helicóptero que la llevaría hasta Granada. Solo unas horas en el pueblo de Motril, pero que serán recordadas por siempre en la localidad granadina por el fervor con el que fue recibida la Virgen de Cádiz.

Fuente: Periodico "El Ideal" (Granada, martes 16 de mayo de 1961)