jueves, 13 de octubre de 2011

La Bula de la Coronación Canonica


Esta imagen corresponde al Breve de la Santa Sede por el cual se concede la Coronación Canónica de Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Cádiz. La traducción del latín dice lo siguiente:

Federico Tedeschini, Cardenal Presbítero de la Santa Iglesia Romana del titulo de Santa María de la Victoria, Arcipreste de SS. Patriarcal Basílica del Príncipe de los Apóstoles en la Ciudad, Prefecto de la Rev. Fabrica de la Sagrada Congregación, el Cabildo y Canónigos:

Al Excmo. y Rvdmo. D. Tomás Gutiérrez Diez, Obispo de Cádiz y Ceuta, salud en Cristo.

El Cabildo Catedral de Cádiz, el Ayuntamiento y el Convento de Santo Domingo, en representación de la Ciudad de Cádiz de España, en nombre de las Asociaciones Eclesiásticas y de todos los ciudadanos de cualquier condición, suplicaron a Nuestro Capitulo Vaticano, a quienes la Santa Sede concedió ya ha mucho tiempo el peculiar privilegio, conservando en uso, de coronar las sagradas imágenes de la Beatísima Virgen Madre de Dios, celebérrimas por la antigüedad del culto y la fama de sus milagros:

Que para mayor gloria de Dios, honor de la Beatísima Virgen María, exaltación de la fe católica y para nueva honra y esplendor de la misma ciudad de Cádiz nos dignáramos conceder la solemne coronación de la imagen de la Madre de Dios, bajo el título de NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, Patrona de la ciudad de Cádiz.

Documentos insignes y de gran valor se alegan en esta extraordinaria y solemne petición, los cuales Nosotros sumamente complacidos hemos releído considerando repetidas veces cada uno de ellos y ciertamente con gran conmoción de todos Nosotros. Consta, según eso, con certeza, que esta venerada imagen de la Beatísima Virgen del Santísimo Rosario, era honrada piadosa y santamente desde el siglo XVI acudiendo continuamente a su Santuario innumerables fieles de todas partes, para pedir ayuda a la Virgen, Madre de Dios, bien para darles gracias por los beneficios recibidos, y ya por entonces, florecían muchas Hermandades y Cofradías que recitaban el Santísimo Rosario en los sagrados templos y por las calles de la ciudad.

Estos cultos tributados a la Santísima Virgen aumentan más cada día el odio de las sectas protestantes, odio que se encendió de modo especial en 1596 cuando los soldados ingleses tomaron la ciudad de Cádiz, devastándola y entre otros sacrilegios, cuesta decirlo, se ensañaron de modo especial con la imagen de la Madre de Dios, profanándola a mansalva. Pero este inhumano delito perpetrado para arrancar el culto de la Beatísima Virgen, no solo no disminuyó en lo mas mínimo la devoción a la Madre de Dios del Santísimo Rosario, sino que desde entonces aumentó.

La sagrada Imagen torpemente profanada fue restaurada fiel y felizmente: las pequeñas capillas de dentro y fuera de la ciudad se ampliaron convirtiéndose en suntuosos templos: las Hermandades y Cofradías se multiplicaron, las cuales frecuentaban las calles de la ciudad, no solamente recitando el Santísimo Rosario, sino también cantándolo.

La Reina del Santísimo Rosario fue unánimemente declarada Celestial Patrona de la Ciudad por el Ayuntamiento en el año del señor de 1775, decreto que fue confirmado por Pío IX en el año 1867.

A todas estas cosas se han unido ahora de modo especial las Letras Comendaticias de Tu Dignidad y de los fervientes votos de seis Arzobispos, entre ellos el Cardenal de Sevilla y treinta Obispos.

Por tanto, nosotros en reunión legitima ante el Señor el día 16 del mes de Julio considerando que esta sagrada Imagen se reúne efectivamente todo cuanto para la Solemne Coronación se requiere, recibimos muy complacidos los deseos de los postuladores y decretamos por unanimidad que la ponderada imagen de Beatísima Virgen del Rosario de la Ciudad de Cádiz debe ser coronada en nombre Nuestro y con Nuestra autoridad, con diadema de oro.

El cargo de efectuar la coronación lo confiamos a Ti, Ilustrísimo y Reverendísimo Señor, para que lo realices el día que quisieres y por las presentes Te lo comisionamos con facultad para delegar en otro Obispo.

Dado en Roma, en la Ciudad del Vaticano, el día 20 de Agosto del año del Señor MCMXLVI, del Pontificado de Nuestro Santísimo Padre Pío, Papa XII, Año VIII.

Hugo Descubbi, Canónigo Secretario.- Juan Terrazos, Canciller.

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