martes, 17 de marzo de 2020

La Coronación Canonica de la Virgen del Rosario. Recuerdo y actualidad

Portada de la publicación editada con la ponencia
Conferencia impartida en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario y Santo Domingo, el 6 de septiembre de 2019, con motivo de la II Jornada Mariológica de la Juventud.



- ¿QUÉ ES UNA CORONACIÓN CANÓNICA?



Virgen de Oropa, coronada en 1620,
sin rango pontificio
La coronación canónica es la mayor distinción que se le puede otorgar a la imagen de la Virgen. Tiene su origen en Italia en el siglo XVI, donde el religioso capuchino Girolamo Paulucci de Calboli terminaba sus sermones coronando a la imagen de la Virgen del lugar donde había realizado sus misiones, con joyas que el propio pueblo había regalado para realizar una corona. Desde el siglo XVII durante el pontificado del papa Urbano VIII se comienza a coronar iconos o imágenes de la Virgen de manera pontificia. Pero no es hasta el siglo XIX cuándo se incorpora esta tradición a la liturgia romana y se establecen unos parámetros históricos y devocionales para conceder dicho rango.


Virgen de la Fiebre, coronada en 1631,
primera con rango pontificio
Durante el Concilio Vaticano II, el papa Pablo VI aprueba el Ordo Coronandi Imaginem Beatae Mariae Virginis, un libro pontificio de instrucción para la autorización de imágenes marianas ejemplares que estén aprobadas para una coronación canónica a través de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Aquí se establece que los materiales que se utilicen para la corona deben ser de alta calidad. Hasta la década de los 90 del siglo pasado las coronaciones canónicas solo podían ser de tipo pontificia, esto quiere decir que solo podían concederlas la Santa Sede, quien se encargaba de su estudio y aprobación, mientras que el obispo solo se encargaba de la aprobación de llevar a tramite la futura coronación y de enviar el expediente a Roma. Juan Pablo II permitió agilizar los tramites para coronar una imagen, traspasando la autoridad para su aprobación al obispo de la diócesis, pasando a ser coronaciones canónicas de tipo diocesanas. Hoy en día sigue existiendo la posibilidad de que la coronación venga dada por la Santa Sede, pero ya no es lo habitual y la proliferación de coronaciones canónicas, desde que la potestad es diocesana, han causado que se pierda el verdadero espíritu que tenía dicha ceremonia y que no estaba al alcance de cualquier imagen de la Santísima Virgen.


- ANTECEDENTES

En Andalucía solo 14 imágenes de la Virgen se coronaron canónicamente antes que la Virgen del Rosario. Tercera de la provincia y primera de la Diócesis de Cádiz, sino contamos a Ceuta como tal. Hay que tener en cuenta que lo que más tarde sería la Diócesis de Asidonia – Jerez antes formaba parte de la Archidiócesis de Sevilla, con mucho mas poder e influencia que nuestra Diócesis. 

Aún así, la Coronación de la Virgen del Rosario llegó muy tarde y no es una afirmación mía sino que viene precedida de todos aquellos que la pidieron en las primeras décadas del siglo XX. En 1925, el sevillano Rafael Barris Muñoz publica el libro “La Verdadera Patrona de la Marina Española” dedicado a nuestra Virgen del Rosario. Aunque la obra esta firmada por el autor sevillano, podemos casi afirmar que es una obra del historiador portuense Hipólito Sancho de Sopranis, que tanto escribió sobre nuestra Patrona y que por aquel entonces le cedía muchas obras a Rafael Barris e incluso firmaron varios trabajos conjuntos. En este libro donde se argumenta el patronazgo del la Virgen del Rosario de Cádiz sobre la Marina en detrimento de la Virgen del Carmen de San Fernando, en su epilogo dice lo siguiente “Si llegamos a convencer a los que antes no compartían las opiniones aquí sustentadas, no por intereses particulares de orden o pasiones personales, sino tan solo por desconocer los antecedentes históricos de la cuestión, nos daremos por bien pagados del esfuerzo hecho para reunir y coordinar estas noticias, que querríamos germen de un mas amplio y mejor conducido trabajo, capitulo de una amplia y esplendida historia de Nuestra Señora del Rosario de Cádiz, que sería indudablemente el mejor monumento de su gloria y también la más seria contribución a que su Coronación Canónica llegase a vías de hecho.”

La Virgen en el Corpus, años 20
En 1927 el ya citado Hipólito Sancho publica la extensísima obra “Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Cádiz y de la Carrera de Indias, y su convento de Padres Predicadores”. En el prologo de la obra, escrito por el dominico Fr. Paulino Álvarez O.P. también se suma a las voces que piden la coronación de la Virgen. “…si al actual Prior de Santo Domingo se le concede prolongación de su oficio, pues voluntad y habilidades no le faltan para renovar la procesión, para embellecer la Iglesia de la Patrona y para más, para mucho más, para dar un día de jubilo a Cádiz, para añadir un titulo más de honra y gloria a la Virgen, un motivo más de amor mutuo del pueblo a la patrona y de la patrona al pueblo, que será el día tan deseado y esperado de su coronación pontificia… Cuando todo esto que D. Hipólito Sancho tan amorosamente y con tanta exactitud nos cuenta llegue a oídos de los fieles, cierto que primeramente las autoridades religiosas, después las civiles y con ellas el pueblo querrán y pedirán que si Pío IX dio a Cádiz en la Virgen del Rosario una Patrona, otro papa le de una Reina. En dos pueblos de la provincia han sido coronadas dos efigies de Nuestra Señora, Cádiz la capital ¿consentirá en ser tenida por inferior? No, Dios lo quiere; la Virgen lo espera; el pueblo se apresta; la Patrona de Cádiz será Coronada.”

Proyecto de la fachada lateral de Santo Domingo del año 1927,
con el monumento al Corazón de Jesús
Ese mismo año aparece en la prensa local un articulo titulado “Coronación y homenaje a la Patrona de Cádiz”. El artículo nos cuenta la creación de una comisión formada por los concejales municipales D. Agustín Rosety y D. Diego Álvarez, el oficial de fomento D. Miguel Rodríguez Navarrete y el oficial de la secretaría municipal D. Antonio Balbín. Esta comisión trabajaría para solicitar al Presidente del Consejo de Ministro y Marques de Estella, el General Miguel Primo de Rivera un fajín y bastón de mando para la Imagen de la Patrona. Así mismo esta comisión tenía como objetivo trabajar para conseguir la distinción de la coronación canónica para la Virgen y la construcción de un monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús para situarlo en los terrenos adquiridos un año antes para la realización del compás del convento. La idea era crear una junta de autoridades donde también formaran parte de la misma la Damas Camareras y la Marina Española. En 1929 Gaspar Ruiz, fundador de varios periódicos en San Fernando y colaborador en Diario de Cádiz y El Noticiero Gaditano escribe un articulo en este último dedicado a la Virgen del Rosario donde dice lo siguiente. “Si la estatua del Corazón de Jesús no pudiera erigirse en la Plaza de San Antonio, y hubiera dificultades para su emplazamiento, piensen, los gaditanos, que el dinero recaudado pudiera dedicarse para coronar a la Virgen del Rosario, como lo hicieron otras poblaciones…”

Poco después llegaría la ola de anticlericarismo y odio que tanto daño le hizo a nuestro convento y a la Santísima Virgen con la quema del 31 donde se perdió la primitiva imagen y de nuevo con la quema del año 36, esta vez consiguiendo poner a salvo a la segunda imagen patronal. Tendría que trascurrir una década para volver a reconstruir toda una riquísima historia que había quedado hecha añicos. En 1945, ya con la nueva imagen de la Patrona recibiendo culto, el canónigo Pedro Jesús Bravo escribe un pequeño libreto bajo el titulo “La Madre de los Gaditanos (Breves paginas de una historia muy larga).” La obra se divide en pequeños capítulos que nos hablan de la historia y el patronazgo de la Virgen. El ultimo lleva por título “El deber de esta hora” y dice lo siguiente “Cuando ha sido restaurada la imagen de la Santísima Virgen y está en vías de serlo su templo, Cádiz no haría honor a su nombre y cuanto debe a su Patronato si no alcanzase de la Santa Sede la gloria de la Coronación Canónica de su Patrona. ¡Por el honor de Cádiz, coronémosla!”

- SE INICIAN LOS TRAMITES PARA CORONAR A LA VIRGEN

Viñeta sin valor postal "Pro Coronación"
Al año siguiente, en 1946, todo lo que se había pedido durante tantos años empieza a llevarse a cabo. El día 24 de abril se envían a Roma las Preces solicitando la añorada Coronación. Estas preces escritas en la latín son el fruto de un largo trabajo donde quedan reflejadas las multitudes de adhesiones para la Coronación. La firman los presidentes y secretarios de las instituciones que solicitan la coronación, Cabildo Catedral, Ayuntamiento y Comunidad de padres dominicos. Se adjuntan las cartas de 34 obispos y 3 cardenales apoyando el proyecto de coronación y 600 folios con las firmas de todas las autoridades Civiles, Militares y Eclesiásticas de la ciudad, todas las parroquias, 7 conventos de religiosos y 12 de religiosas, las cofradías, ordenes terceras y las ramas de acción católica de la ciudad, 14 entidades civiles y 66 casas comerciales y el pueblo de Cádiz en general, más de 15.000 gaditanos. En las preces se hace especial hincapié en todas las veces que la Virgen del Rosario intercedió milagrosamente por el pueblo de Cádiz y se adjuntó fotografía de la Virgen antes de la quema y de la reproducción del año 1943. 

Bula Pontificia de la Coronación
El vaticano aprueba la Coronación en reunión de la Sagrada Congregación de Ritos el 16 de julio de 1946, expidiendo el breve pontificio el 20 de agosto del mismo año. El 4 de enero de 1947 el Boletín Oficial de la Diócesis anuncia la coronación y las Santas Misiones preparatorias que se han de celebrar en toda la Diócesis de Cádiz. Desde el 6 de febrero al 30 de marzo se llevan a cabo por todos los pueblos diocesanos estas jornadas misionales, finalizando las mismas en Cádiz y San Fernando desde el 17 de abril al 27 de abril. En San Fernando incluso, el Nazareno presidió en su paso procesional el Vía Crucis público celebrado con motivo de estas misiones. El miércoles 30 de abril de 1947 la Virgen del Rosario salía de su convento camino de la Catedral de Cádiz, en el traslado se palpaba que algo grande iba a pasar en la ciudad. En el primer templo diocesano se realizaría durante los días venideros un triduo preparatorio a la Coronación predicando durante todas las jornadas distintos obispos.

- CORONACIÓN CANONICA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

Virgen de los Santos de Alcalá en Cádiz
Llegó el día soñado. Durante toda la jornada del sábado un temporal de lluvia y viento asolaba la ciudad que se temía lo peor, el pesimismo se adueñaba del gaditano, pero la Virgen de nuevo obraría el milagro. A las 22.30 de la noche del sábado bajo una incesante lluvia saldrían en procesión desde la Parroquia del Rosario hasta la Catedral todos los adoradores que iban a participar en la Vigilia de Adoración Nocturna que comenzaría a las 12 de la noche. La Vigilia contó con la presencia de un millar de adoradores, no solo de las secciones diocesanas sino también de Sevilla, Jerez, El Puerto, Sanlucar, Gibraltar, Tánger y Tetuán. A las 4 de la mañana la tormenta cesa y la ciudad sale en masa a la calle. A partir de las 5 de la mañana comenzarían las misas en el altar mayor de la Catedral, estando todas atestadas de gaditanos y peregrinos de la provincia.

A las 7 de la mañana Cádiz es un ya un hervidero. El muelle esta repleto esperando la llegada de las patronas que han de llegar en barco. Santo Domingo abre sus puertas antes del amanecer y se celebran varias misas en honor a la Virgen de los Santos de Alcalá, la Virgen de la Oliva de Vejer, y Santa María Coronada de San Roque que en la jornada anterior habían llegado al convento dominico. La Virgen de la Oliva de Vejer sería la primera imagen en salir para dirigirse a San Juan de Dios y esperar la llegada de las demás patronas peregrinas. En Santa María bajo el palio de la Virgen de los Dolores del Nazareno aguardaba la Virgen del Carmen de San Fernando y en la Iglesia de la Palma, la Virgen de los Ángeles, Patrona de Jimena de la Frontera que se encontraba entronizada en la artística cúpula de la Virgen viñera. 

Virgen del Carmen de Barbate en el palio de la
Virgen de la Victoria de la Cofradía de Expiración
La primera en llegar al puerto gaditano fue la Virgen del Carmen que había salido de Barbarte en la embarcación Dolores de Castro a las dos de la tarde del sábado. Al sorprenderle la lluvia se tiene que refugiar en el poblado de Sancti Petri y no llega a Cádiz hasta las 7.30 de la mañana, pero que manera de llegar… ¡unas 50 embarcaciones acompañaban a la Virgen! En total más de 3.000 barbateños llegaban a Cádiz en barco y otros tantos habían llegado al muelle en 5 camiones adornados con flores y banderas. La banda de música municipal no cesaba de tocar en uno de los barcos mientras que la virgen se acercaba a la dársena. Una vez que tomó tierra, fue colocada en el primitivo palio de la Virgen de la Victoria de la Cofradía de la Expiración. 

Virgen del Rosario de Rota en el muelle
Poco después llegaría también por mar la única patrona que no pertenecía a la Diócesis, la Virgen del Rosario de Rota. Históricamente siempre existió una importante unión entre ambas imágenes, pues la Cofradía del Rosario de Rota fue filial de la de nuestra ciudad. Y por último la Virgen de Lourdes de Puerto Real.

Virgen de Lourdes de Puerto Real desembarcando
La magna procesión hasta la Catedral la encabezaría la Virgen de los Santos del Alcalá en su artístico templete de plata seguida de la Virgen del Carmen de Barbate. En tercer lugar la Virgen de las Virtudes de Conil que había llegado por carretera en su precioso templete de madera dorada. Le seguía la Virgen de los Remedios de Chiclana, con uno de los cortejos mas nutridos. La Virgen llegó en carroza con columnas y palomas blancas. Tras ella la Virgen de los Ángeles de Jimena que antes de llegar a la Iglesia de la Palma fue recibida por multitudes en Tarifa y en San Fernando. La Virgen de Lourdes de Puerto Real y la Virgen del Rosario de Rota se unían a la comitiva desde el muelle. Por Jabonería bajaba la Virgen del Carmen de San Fernando. Por último Santa María Coronada y la Virgen de la Oliva. 

Virgen de los Angeles de Jimena, Virgen del Carmen de
San Fernando y Virgen de las Virtudes de Conil
Las imágenes aguardaban en la plaza Catedral el inicio de la procesión, mientras que en el interior del templo comenzaba el Pontifical a las 11 de la mañana, oficiando el Obispo de Cádiz, don Tomas Gutiérrez Díaz, ministrado por el Chantré, don Ángel Navarro; Canónigo, don Pablo Álvarez Moya; Lectoral, don Raimundo Rubio. Actuó de Maestro de Ceremonias, don Francisco Serrano Cid. La predicación corrió a cargo del Cardenal Arzobispo de Sevilla, don Pedro Segura y Sáez. Asistieron al acto los obispos de Córdoba, Salamanca y Gibraltar, además de multitud de autoridades.

Plaza de San Antonio antes de llegar la Patrona
Mientras tanto todas las calles que formaban el recorrido estaban ya atestadas y en la plaza de San Antonio el pontifical era seguido por la multitud que abarrotaba la plaza por altavoces instalados por radio Cádiz, desde los que se narró y retransmitió toda la jornada. A las 11.30 mientras que el pontifical seguía su curso en el primer templo comenzaba la magna procesión con el siguiente recorrido: Plaza de la Catedral, Prim (Compañía), Santiago, Plaza Candelaria, Montañés, Plaza del General Varela (Palillero), Eduardo Dato (Novena), Duque de Tetuán (Ancha) y Plaza José Antonio Primo de Rivera (San Antonio) donde se había levantado un precioso baldaquino de ocho columnas de once metros de altura diseñado por el virtuoso artista gaditano Antonio Accame y se habían colocado grandes mástiles rodeando la plaza decorados con guirnaldas y banderas náuticas.

Procesión hacia San Antonio, autoridades militares
Abría el cortejo la Guardia Municipal Montada, Cruz de Guía, asociaciones religiosas, paso del Beato Diego José de Cádiz, los pasos de los Santos Patronos, las patronas ya enumeradas precedidas de sus respectivas cofradías y autoridades locales y entre ellas las distintas Hermandades gaditanas, la Congregación de Damas de Camareras de la Patrona, luciendo las tradicionales mantillas españolas, las distintas autoridades civiles y militares, el Ayuntamiento bajo mazas, las cruces de todas las parroquias de la ciudad y la Santísima Virgen de Rosario, que saldría del primer templo entorno a la una y vente de la tarde. Tras la Virgen, los obispos asistentes, los padres misioneros, el clero parroquial y las distintas ordenes religiosas de la ciudad. Cerraba el cortejo una compañía de infantería con banda de música.

Acto de la Coronación en San Antonio
Las coronas fueron portadas por el Vicario Provincial de los Dominicos en Andalucía, Fray Julián Fernández, y por el Prior del Convento de Santo Domingo, Fray Manuel Crespo. Una vez llegado todo el cortejo a San Antonio y situada la Santísima Virgen en su baldaquino, Fray Julián Fernández, dio lectura al breve pontificio que autorizaba la Coronación Canónica.

Coronación del Divino Niño
Acto después, suben por las escalinatas que llegaban a la Virgen el alcalde de la ciudad, don Francisco Sánchez-Cossio Muñoz y el Cardenal Segura, quien primero coronaría la imagen del Divino Niño y en torno a las tres menos cuartos de la tarde pondría sobre las sienes de la Virgen del Rosario la corona de oro, ante el aplauso de las miles de personas que abarrotaban la plaza y los balcones y azoteas de la misma. Según nos relata las clónicas, Cádiz jamás ha vivido algo igual. Una vez concluido el emotivo acto, se celebraría una misa delante de la Virgen, destinada a las personas que no pudieron entrar en la Catedral. Los actos de la mañana se alargaron hasta las tres y media de la tarde y la Virgen quedaría custodiada por marineros de la Armada Española hasta que a las cinco y medía comenzaran los actos de la tarde.

Coronación de la Virgen del Rosario
A esa hora el pueblo de Cádiz renovaría el voto a su Patrona, acudiendo todos los participantes de la mañana. Por la megafonía instalada se avisaba que Renfe había accedido a retrasar la salida del tren que iba a Jerez, aplaudiendo la plaza la noticia. Una vez concluido el acto se organizaría la procesión que llevaría a la Virgen a Santo Domingo por el mismo recorrido que por la mañana. En el compás de Santo Domingo esperaban todas las imágenes participantes la llegada de la Virgen del Rosario. Especialmente emotivo el momento en que la Virgen del Rosario paró frente a la Virgen del Carmen de San Fernando y se mecieron ambas imágenes. Para el recuerdo de la Coronación nos queda el Himno que escribiera D. José María Pemán con música del organista D. Luis de Aramburu. 
El Obispo Tomas Gutierrez ante la Virgen

- CURIOSIDADES

La venida a Cádiz de las patronas diocesanas causó un precedente, pues no conozco una concentración de imágenes de distintas localidades de tal calado. 7 años después, el 8 de diciembre de 1954, siguiendo el modelo de la coronación gaditana se realizaría una procesión magna con 28 patronas de los pueblos de Huelva con motivo del patronazgo de la proclamación de la Inmaculada Concepción como patrona de la recién creada Diócesis de Huelva. El primer obispo onubense tenia especial interés en que la Virgen del Rocío fuera a Huelva en esa jornada, pero los almonteños no estaban por la labor de llevar a su patrona, quizás como castigo de que la Virgen del Rocío no hubiera sido la elegida para el patronazgo diocesano. Ante la insistencia del prelado, los almonteños deciden que si su Virgen tiene que ir a Huelva pues ira a hombros de su pueblo. Si de el Rocío a Almonte son 15 kilómetros y tardan unas 10 horas, del Rocío a Huelva son alrededor de 60 kilómetros, por lo tanto tardarían unas 40 horas, contando que no pararan en ningún momento, un despropósito que finalmente no se hizo y la Virgen no fue a Huelva.

Curioso también es el especial interés del pueblo ceutí en coronar antes a su patrona, la Virgen de África, que Cádiz a la Virgen del Rosario. El 7 de mayo de 1946, el obispo Tomas Gutiérrez envía a Roma la petición para que la Virgen de África sea Coronada Canónicamente, la preces gaditanas ya habían salido el 24 de abril. Desde el Obispado de Cádiz se solicita diferente documentación de la historia, milagros y valía artística de la talla, cosa que en Ceuta se entiende como una traba al proceso y un interés del obispo en que se concediese antes la Coronación a la Virgen del Rosario. Las preces de la Virgen del Rosario también fueron devueltas por falta de documentación y por exceso de literatura. Ya antes de enviar esta solicitud a Roma se había fijado como fecha para la Coronación el 5 de agosto. Algo imposible de preparar. La Congregación de Ritos aprueba la coronación en reunión celebrada el 21 de julio de 1946, mientra que la de la Virgen del Rosario fue aprobada el 16 de julio. La Bula es esta fechada el 23 de julio, pero se extravía, además de que no se contaba con los fondos necesarios para la Coronación ni había corona todavía.

Recuerdo de la Coronación  de la
V. de Africa con la fecha modificada
La coronación se aplaza al 10 de octubre, solo dos meses después. Llegando a la fecha hay que aplazarla de nuevo, aun la corona no estaba lista, ni se ha publicado la Coronación en el Boletín de la Diócesis, que con prisas la firma el obispo el 27 de octubre, y finalmente se fija la Coronación para el 10 de noviembre, en el estadio de futbol Alfonso Murube, donde se podría congregar un gran numero de personas. Pues nada también salio mal esto último y las lluvias del 8 y del 9 de noviembre destrozaron todo lo dispuesto para la coronación en el estadio. Finalmente la Virgen de África se coronaría el día 10 en la puerta de la catedral de Ceuta. Las prisas nunca fueron buenas consejeras.

- EPÍLOGO

Estampa recordatoria de la
Coronación de la Patrona
A las puertas del 75 aniversario del Coronación de la Virgen del Rosario, los gaditanos debemos luchar por conseguir dos nuevas distinciones para la Patrona. Dos deudas históricas con la Virgen del Rosario. Desde el año 1952 la casa de la Virgen espera la elevación del rango del templo a Basílica Menor. Por aquel entonces la comunidad de dominicos comenzó a trabajar para elevar el Santuario de la Patrona a Basílica, contando con el apoyo del Ayuntamiento y del Gobernador Civil, y durante distintas épocas se ha intentado y nunca se ha desistido en el empeño. Ahora por fin está la documentación en la Santa Sede y los gaditanos no podemos aceptar una negativa por respuesta. Igual que fue el primer Santuario Mariano Diocesano, ahora debe ser la primera Basílica Menor de la Diócesis.

Así mismo cuando celebremos los 75 años de esos grandes fastos a nivel diocesano, no habría mejor manera de rememorarlo que nombrando a la Virgen del Rosario como Patrona de la Diócesis de Cádiz. No es solo una deuda histórica con la Virgen, ni con todas la Vírgenes de los pueblos que acompañaron el Domingo de la Rosa a nuestra excelsa Patrona. Es una deuda con todos los grandes obispos de Cádiz que tanto amor y pleitesía le rindieron a la Virgen del Rosario. Una deuda con Fray Tomas del Valle, con Fray Félix María de Arriete, con Vicente Calvo y Valero, con José María Rances y Villanueva… No dejemos de luchar con amor por la Virgen.


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